Verrugas, Lunares y léntigos
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y juega un papel crucial en nuestra apariencia y bienestar. Sin embargo, pueden aparecer diversas imperfecciones en la piel, como verrugas, lunares y lentigos, que pueden afectar nuestra autoestima y, en algunos casos, ser motivo de preocupación médica.
Las verrugas son crecimientos cutáneos benignos causados por el virus del papiloma humano (VPH). Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y, dependiendo de su ubicación y tamaño, pueden causar molestias o problemas estéticos.
Los lentigos, también conocidos como manchas solares o manchas de la edad, son áreas de hiperpigmentación que aparecen en la piel debido a la exposición excesiva al sol. Son más comunes en personas mayores y pueden aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, las manos y los brazos.
Existen diferentes técnicas para eliminar estas lesiones cutáneas, y las más comunes son el uso de dióxido de carbono (CO2) y láser CO2 o con el uso de peeling químicos.
Tratamiento con CO2 gas
El tratamiento con CO2, conocido como crioterapia con CO2, es una técnica que también utiliza dióxido de carbono líquido o en forma de gas para eliminar verrugas y otras lesiones cutáneas. El CO2 se aplica directamente sobre la piel congelando las células y provocando la destrucción del tejido lesionado. Este procedimiento se realiza para tratar verrugas comunes, verrugas plantares y algunos tipos de lunares benignos.
La eliminación de verrugas y lentigos con láser de CO2 es un procedimiento médico avanzado y efectivo que utiliza la tecnología láser de dióxido de carbono (CO2) para tratar estas lesiones cutáneas de forma precisa y controlada.
El láser CO2 emite una luz infrarroja que se absorbe selectivamente por el agua en las células de la piel, lo que provoca la vaporización y eliminación del tejido dañado de manera segura y sin dañar los tejidos circundantes.
Tratamiento con láser CO2
La eliminación con láser CO2 es una opción popular para tratar verrugas, especialmente aquellas que son resistentes a otros métodos de tratamiento.
El procedimiento de eliminación es sencillo. El paciente puede recibir anestesia local o tópica para minimizar cualquier molestia durante el procedimiento. El láser CO2 se dirige cuidadosamente a la lesión, lo que provoca la vaporización del tejido afectado. Se ajusta la profundidad y la intensidad del láser según el tamaño y la ubicación de la lesión a tratar. El láser también sella los vasos sanguíneos durante el proceso, lo que ayuda a reducir el sangrado y el riesgo de infección.
Recuperación:
Después del procedimiento, es común experimentar enrojecimiento e inflamación en el área tratada. Se puede aplicar una crema antibiótica y se instrucciones específicas al paciente para el cuidado de la piel durante la fase de recuperación. La costra puede formarse en la zona tratada y eventualmente se desprenderá según la piel se regenera. Es esencial evitar rascar o retirar la costra para prevenir cicatrices. La costra se caerá naturalmente, revelando una piel más clara y uniforme debajo.
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